En nuestro post de hoy queremos ofrecerte una visión más amplia del Servicio de Ayuda a Domicilio (S.A.D.) para personas mayores.
Vamos a echar un vistazo a los antecedentes históricos.
Son numerosos los países europeos en los que la extensión generalizada del SAD tiene lugar bastantes años antes que en España. Algunos de ellos, como Dinamarca, Suecia, Noruega, Gran Bretaña y los Países Bajos, comienzan a implantarlo al término de la II Guerra Mundial, como correlato del triunfo de las ideas acerca del Estado del Bienestar propugnadas por Beveridge y Keynes, y dentro de un contexto amplio de prestaciones universales de seguridad social, que incluye las pensiones, la asistencia sanitaria y los servicios sociales, uno de cuyos pilares lo constituye la atención domiciliaria.
Entre los pioneros en desarrollar la atención domiciliaria, figuran Gran Bretaña, cuya regulación data de 1946 y Holanda, que organizó un sistema de atención a domicilio con carácter general en 1947, con la colaboración de entidades voluntarias vinculadas.
Durante las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo XX, a los pioneros se les fueron uniendo la mayoría de países desarrollados.
Los orígenes en España de la atención a domicilio se inician a raíz de una Orden del Ministerio de Trabajo de 19 de marzo de 1970, que establecía el Servicio Social de Asistencia a los ancianos, que fijaba entre sus objetivos la ?organización de asistencia o ayuda domiciliaria a los beneficiarios? (art. 2°, aptdo. b. de la citada norma).
Otra Orden del mismo Ministerio, de 26 de febrero de 1971, aprobaba el Plan Nacional de la Seguridad Social de Asistencia a los ancianos, una de cuyas áreas de actuación consistía en el desarrollo de la atención domiciliaria.
El inicio del SAD, con las características generales de servicio público, se inició a partir de la aprobación de la Constitución Española de 1978 y la configuración de los primeros ayuntamientos de la democracia, tras las elecciones municipales de 1979.
Un momento verdaderamente clave para España en el devenir de los servicios sociales en general y del SAD en particular, fue la promulgación de la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia (LAPAD), mediante la que, siguiendo la tendencia de algunos países avanzados en políticas sociales, se incrementaba nuestro ámbito de protección social creando un derecho social nuevo que se configura como derecho subjetivo.
Qué es el Servicio de Ayuda a Domicilio.
El servicio tiene como objetivo proporcionar atención personal y/o doméstica en el domicilio a las personas mayores que lo precisan, con el objetivo de promover su independencia y autonomía personal. Se pretende lograr el mantenimiento en su propio entorno y mejorar su calidad de vida. La atención se presta mediante profesionales formados como Auxiliares Domiciliarios.
Las prestaciones que ofrece son:
- Atención personal: apoyo en la higiene personal, apoyo en la movilización dentro del hogar, ayuda en la toma de medicamentos, ayuda en la ingesta de alimentos para aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos, acompañamientos puntuales fuera del hogar, recogida y gestión de recetas o documentos.
- Atención doméstica: limpieza o ayuda en la limpieza cotidiana de la vivienda, lavado, planchado y ordenación de la ropa dentro del hogar, adquisición de alimentos y otros productos básicos a cuenta del usuario, preparación de comidas, tareas de mantenimiento básico de utensilios domésticos.
Decreto de precios de los servicios de atención a personas mayores, año 2021. (Enlace)
Algunos de los datos presentados por Sigmados en su informe de satisfacción con el SAD, en 2019, fueron los siguientes:
En todo caso, recuerda que siempre puedes ponerte en contacto con nosotros a través de cualquiera de los medios que ponemos a tu disposición en nuestras webs mundomayor.com y essip.es, y nuestros trabajadores sociales te informarán o ampliarán información, con muchísimo gusto, sobre todo aquello que desees saber.
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