Vamos a conocer un poco mejor qué es y cómo podemos combatir o mejorar las consecuencias de esta patología tan asociada a la tercera edad.
Vejez, tercera edad o ancianidad, son conceptos subjetivos muy presentes en las residencias de ancianos referidos a una etapa de nuestra vida en la que ya pesan más los recuerdos que la inquietud por desarrollar nuevos proyectos. Y los consideramos conceptos porque, a pesar de que la fisiología aporte su inapelable coartada, no dejan de ser, de alguna manera, un estado mental.
Hoy vamos a comentar un proceso que tiene que ver con ese deterioro fisiológico, íntimamente relacionado con el envejecimiento: la sarcopenia.
Qué es la Sarcopenia.
La Clasificación Internacional de Enfermedades, en su revisión 11.a (CIE-11), la incluye dentro de dos epígrafes:
- 8E4A.3, que hace referencia a la aparición de ésta como parte de un trastorno autoinmunitario o paraneoplásico.
- FB3Y, que la sitúa dentro de otros trastornos específicos del músculo.
Nos vamos a referir en este post al segundo apartado.
La sarcopenia es la pérdida de masa muscular asociada, comunmente, al envejecimiento.
En condiciones de sedentarismo y falta de ejercicio, la masa muscular, así como la integridad ósea, empiezan a declinar a partir de los 30 años de edad. A partir de los 60 años de edad, este declive se hace mucho más pronunciado.
Síntomas.
Evidentemente, a menor cantidad de tejido muscular, menor fuerza y menor desempeño físico, en general. La persona mayor se mueve menos, su movilidad es cada vez más fatigosa y los riesgos de caídas y fracturas se multiplican. Además, esta falta de actividad del aparato locomotor y pérdida de tejido muscular, inducen un incremento del tejido adiposo, que se traduce en hipertensión, diabetes y obesidad.
Causas y prevención.
Arriba comentamos la clasificación que hace la OMS de la Sarcopenia, y qué puede originarla.
En lo que nos atañe, que son las personas de edad avanzada, ésta está ligada a la falta de estímulo neuromotor suficiente, la inmovilidad (o movilidad reducida) o la obesidad.
La manera de llegar a esta edad avanzada en buen estado físico y con el tono muscular adecuado con el fin de evitar o retrasar lo más posible esta entidad patológica, consiste en haber llevado una vida activa, haber hecho el ejercicio suficiente y haber evitado el exceso de peso corporal. Sin duda la mejor terapia es la prevención.
Pero si no ha sido así y nos encontramos con una persona mayor con sarcopenia, existen una serie de actuaciones para tratar de mejorar o, al menos, retrasar su avance.
Tratamiento.
Si bien no existe un protocolo estricto de tratamiento en estos casos, lo más habitual es la aplicación de algunas de las siguientes medidas, entre otras a considerar por los facultativos:
- Tratamiento con testosterona.
- Tratamiento con Hormona de Crecimiento.
- Aplicación de pautas nutricionales adaptadas.
- Ejercicio físico.
- Intervención sobre el sistema inmune.
En resumen:
Si bien la Sarcopenia no tiene una única etiología, la que se asocia a la edad avanzada está relacionada con el estilo de vida pasado y presente. En este sentido, la mejor actuación es la prevención. Una vida activa y saludable es el mejor ?fondo fisiológico de pensiones? para evitar la aparición de éste y otros trastornos asociados con la edad.
Llegado el caso, se tenga la edad que se tenga, es necesario mantener activo el aparato musculoesquelético. Hacer el ejercicio adecuado y mantener una nutrición apropiada, no es una opción, es una absoluta necesidad.
¡Muévete!