Evolución de la demencia en los próximos 30 años
La Organización Mundial de la Salud describe la demencia como:
«Un síndrome, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, que conduce al deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad de procesar el pensamiento) más allá de lo que cabría esperar de las consecuencias habituales del envejecimiento biológico. Afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado y, en ocasiones, precedido por cambios en el estado de ánimo, el control emocional, el comportamiento o la motivación.
La demencia resulta de una variedad de enfermedades y lesiones que afectan principal o secundariamente al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o un derrame cerebral.
La demencia es actualmente la séptima causa de muerte entre todas las enfermedades y una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. La demencia tiene impactos físicos, psicológicos, sociales y económicos, no solo para las personas que viven con demencia, sino también para sus cuidadores, familias y la sociedad en general. A menudo hay una falta de conciencia y comprensión de la demencia, lo que resulta en estigmatización y barreras para el diagnóstico y la atención».
En España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente la padecen unas 800.000 personas y es, además, el tipo de demencia neurodegenerativa más común. De todo este espectro, la enfermedad más prevalente es el Alzheimer. Este desorden neurológico observa una mayor incidencia en mujeres que en hombres, y de edad avanzada.
La revista de alto impacto The Lancet ha llevado a cabo un estudio sobre la evolución de este síndrome hasta el año 2050. Los resultados no son muy esperanzadores.
El estudio pronostica la prevalencia de la demencia atribuible a los tres factores de riesgo de demencia incluidos en el Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD) 2019, (índice de masa corporal alto, glucosa plasmática alta en ayunas y tabaquismo) de 2019 a 2050 , utilizando los riesgos relativos y la prevalencia prevista de los factores de riesgo para predecir la prevalencia atribuible al riesgo de GBD en 2050 a nivel mundial y por región del mundo y país.
Se estima que las mejoras en el acceso a la educación a nivel mundial reduzcan la prevalencia de la demencia en 6,2 millones de casos en todo el mundo para 2050. Pero esto se verá contrarrestado por las tendencias previstas en materia de obesidad, hiperglucemia y tabaquismo, que se espera que den lugar a otros 6 ? 8 millones de casos de demencia.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas ancianas, y la séptima cause de muerte en el mundo. No obstante, conviene remarcar el hecho de que no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
Como apuntábamos anteriormente, los estudios muestran que las personas pueden reducir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia siendo físicamente activas , no fumando, evitando el consumo nocivo de alcohol , controlando su peso, comiendo una dieta saludable y manteniendo niveles saludables de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre. Los factores de riesgo adicionales incluyen depresión, aislamiento social, bajo nivel educativo, inactividad cognitiva y contaminación del aire.
Los autores del artículo indican en la discusión del mismo que sus estimaciones podrían utilizarse para planificar aumentos en los recursos anticipados y el apoyo que necesitarán las personas con demencia y sus cuidadores en el futuro.
Señalan del mismo modo, que existen muchas deficiencias en la identificación, tratamiento y atención de las personas con demencia en todo el mundo, y que sería importante abordar las tasas de diagnóstico más bajas en entornos de personas con bajos ingresos, que en entornos de ingresos altos, así como las lagunas en la disponibilidad de recursos para el tratamiento de los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia.
Las altas tasas de comorbilidad con muchas otras enfermedades crónicas complican aún más la atención que requieren las personas con demencia y subrayan la necesidad de planificar adecuadamente las necesidades de atención médica de esta población.
Y no menos importante: También se debe considerar el efecto sobre el número creciente de cuidadores que se necesitarán para apoyar a un número cada vez mayor de personas con demencia, y las intervenciones basadas en evidencia para apoyar a los cuidadores deben ser parte de cualquier plan integral para abordar los aumentos en la prevalencia de la demencia.
La OMS informa que en 2019, los cuidadores informales (es decir, más comúnmente familiares y amigos) dedicaron un promedio de 5 horas al día a brindar atención a las personas que viven con demencia.
Esto puede ser abrumador. Las presiones físicas, emocionales y financieras pueden causar un gran estrés a las familias y los cuidadores, y se requiere el apoyo de los sistemas de salud, social, financiero y legal.
El cincuenta por ciento del costo global de la demencia se atribuye a la atención informal.
En resumen: A nivel mundial hay más mujeres afectadas por demencia que hombres. En 2019, las mujeres con demencia superaron a los hombres con un ratio de 100 a 69, y se espera que este patrón se mantenga en 2050.
Ref.: eldiario.es ? OMS ? The Lancet ? ceafa.es