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A poco que sigas las noticias, con independencia del medio o medios elegidos para hacerlo, habrás escuchado, visto o leído que en la Comunidad de Madrid ha empezado a funcionar un nuevo hospital, llamado Hospital Isabel Zendal, en honor a esta mujer.

Si vives fuera de España, te invitamos a que entres en Internet y eches un vistazo a las noticias relacionadas. No te costará trabajo encontrarlas porque la planificación, construcción y puesta en marcha del mismo, no han estado exentas de polémica y horas de debate televisivo.

Edward JennerMás allá de los enconados comentarios de partidarios y detractores del mismo, lo cierto es que la persona que ha dado su nombre al centro, lo merece. Y te vamos a contar su historia.

El denominado ?padre de la inmunología?, Edward Jenner, dijo de ella: ?No me imagino que en los anales de la historia haya en el futuro un ejemplo de filantropía tan noble y grande como éste [?]?, refiriéndose a ésta (su historia).

Nos vamos al siglo XIX. Concretamente al periodo en que reinaba en España el Borbón Carlos IV. El famoso ?Imperio Español? estaba ya en sus horas bajas, pero aún había territorios en ultramar que dependían de la Corona Española.

Una de las cosas que los españoles llevaron a Sudamérica fue la Viruela, en una época en la que aún no existían las vacunas. Pero a principios del siglo XIX ya existía una contra este virus. Precisamente fue Jenner quien la desarrolló a finales del siglo XVIII.

A comienzos del siglo XIX hubo un brote bastante grande de viruela en el nuevo continente, y el rey ordenó que se elaborasen proyectos para llevar la vacuna hasta aquellas tierras.

Francisco Javier Balmis.JPGAhora resulta relativamente sencillo, pero estamos hablando de un tiempo en el que no existían refrigeradores, ni forma de mantener la vacuna activa el tiempo suficiente como para llegar a Sudamérica.

Se presentaron varios y, tras la oportuna deliberación de los pros y los contras, se eligió el del médico Francisco Xavier Balmis, que consistía en trasladar el fluido a través de una cadena humana, de niños. Es decir, los niños harían de ?contenedores biológicos? de la vacuna, para que ésta pudiera seguir viva hasta llegar a aquellas tierras lejanas.

El día 5 de junio de 1803, Carlos IV firmaba la Orden de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna para llevarla a América, financiada por la Corona.

Fue una expedición que contaba con enfermeros, practicantes y otros ayudantes, además del propio Balmis y su segundo José Salvany.

Es menos probable que los niños hubieran estado expuestos a la viruela, en comparación con los adultos, motivo por el cual tendrían que ser ellos quienes llevaran la vacuna inoculada. Tendrían que estar sanos, ser de entre 6 y 9 años, y no haber pasado la viruela, ni haber sido vacunados contra ésta.

Balmis calculó que se iban a necesitar 22 niños. Y como nadie iba a prestar a sus hijos para semejante menester, se pensó en los que estaban bajo la tutela de la Corona: los huérfanos de los hospicios, los llamados niños expósito.

El mes de septiembre de 1803 se traslada todo el operativo hasta La Coruña, desde donde partirá la expedición y donde se reclutarán a los niños vacuníferos. Y aquí aparece nuestra Isabel Zendal (1771 - ¿?),  que era la Rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña.

Isabel no tendría por qué haber hecho el viaje y ni siquiera estaba previsto que lo hiciera, pero le pidió al director de la expedición acompañar a los niños. Recuerda que eran niños de entre 6 y 9 años, huérfanos, y que su única ?figura materna? era ella. De hecho, en la expedición no había relacionada ninguna mujer en el pasaje.

Carlos IV accedió:

?Conformándose el Rey con la propuesta del Director de la expedición destinada a propagar en Indias la inoculación de la vacuna, permite S.M. que la Rectora de la Casa de Expósitos de esa ciudad sea incorporada en la misma expedición en clase de Enfermera, con el sueldo y ayuda de costa señalada a los Enfermeros, para que cuide durante la navegación de la asistencia y aseo de los Niños que hayan de embarcarse y cese la repugnancia que se experimenta en algunos Padres de fiar sus hijos al cuidado de aquellos, sin el alivio de una Mujer de providad.?

Expedición vacuna de la viruela sudaméricaEn noviembre de 1803 parte del puerto de La Coruña la corbeta María Pita con su tripulación, los integrantes del convoy humanitario, con Balmis, Salvany y dos cirujanos más, dos practicantes, tres enfermeros, Isabel y los veintidos niños, los útiles necesarios y cientos de ejemplares del Tratado histórico y práctico de la vacuna de Moreau de la Sarthe, traducido por el propio Balmis.

Finalmente el programa de vacunación se expandió más allá del continente americano. El barco de Salvany llegó a Filipinas y Macao, en China. Para este viaje se reclutaron 26 niños mexicanos.

Probablemente se trate de la campaña sanitaria más ambiciosa e importante de la historia.

Isabel Zendal estuvo en todo momento al cuidado de los niños: además de seguir haciendo por ellos lo mismo que si siguiesen en La Coruña, había que añadir los contratiempos correspondientes de una larga travesía por mar (mareos y vómitos) o del calor asfixiante del trópico, sin olvidar las labores propias de la misión: estar pendiente de que no se mezclasen los niños inoculados con el resto, de que no se rascasen las pústulas o de su limpieza y aseo, fundamentales para no romper la cadena vírica.

Sin ser enfermera, actuó como una verdadera profesional, y sin olvidar las muestras de cariño, algo indispensable para aquellos involuntarios protagonistas. Balmis, no muy dado a regalar piropos, escribió?

?La pobre Rectora, que con el excesivo trabajo y rigor de los diferentes climas que hemos recorrido perdió enteramente su salud, infatigable noche y día ha derramado todas las ternuras de la más sensible Madre sobre los 26 angelitos que tiene a su cuidado, del mismo modo que lo hizo desde La Coruña y en todos los viajes y los ha asistido enteramente en sus continuadas enfermedades.?

Isabel acompañó a Balmis hasta Filipinas, pero no volvió a España. Regresó a México y se estableció con su hijo Benito, uno de los niños vacuníferos de La Coruña, en Puebla de los Ángeles, donde ya no se volvió a saber de ella.

El apellido de Isabel no está del todo claro en la historiografía. Existen hasta 35 versiones de su nombre: Isabel López Gandalia, Isabel Sendalla, Isabel Zendalla, Ysabel Gómez Sandalla, Isabel Cendalla y Gómez, Isabel Cendales, Isabel Gandalla, Isabel Sendales e Isabel Cendala y Gómez.

Por último te comentamos que RTVE emitió en 2016 una miniserie basada en la historia de esta expedición, titulada ?22 Ángeles?.

Ref.:

Historias de la Historia

Wikipedia

Filmaffinity (foto portada)