Una de las cosas que nos está dejando esta pandemia es la calidad y profesionalidad de nuestros sanitarios y científicos.
Cada día les brindamos un afectuoso homenaje en forma de aplauso por su dedicación, su esfuerzo, sus jornadas interminables, su preocupación, su exposición y riesgo.
Aplauso que desde ESSIP y MundoMayor hicimos y hacemos extensivo no sólo a esos profesionales de la salud, sino a todo el personal que en residencias de mayores y centros de día, teleasistecia o ayuda a domicilio, no tienen en su mano curar pero sí cuidar de uno de los grupos de población más expuestos a esta COVID19: las personas de edad avanzada.
Quienes llevamos varios lustros dedicados al sector de la tercera edad conocemos bastante bien el terreno sobre el que nos movemos. Pero, ¿conocemos realmente cuál es el perfil sanitario en España?
Vamos a apuntar algunos detalles sobre este asunto.
España tiene la esperanza de vida más elevada de la Unión Europea (83,4 años) y la desigualdad en materia sanitaria es menos pronunciada que la reportada por muchos de nuestros vecinos europeos. Lamentablemente, gran parte de la vejez se vive con enfermedades crónicas y discapacidades, lo que incrementa la demanda de los sistemas sanitarios y de cuidados a largo plazo (State of Health in the UE 2019).
El gasto sanitario per cápita en España es un 15% inferior a la media europea. Aunque financiado en su mayoría a través de los impuestos estatales y autonómicos, el porcentaje que destinan las familias a éste es superior al de nuestros vecinos comunitarios.
¿Cómo está la salud en España?
En los últimos veinte años la esperanza de vida en nuestro país ha aumentado un 2,5% respecto a la media europea. El dato se soporta por una reducción de la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, si bien el número de muertes que provoca la Enfermedad de Alzhéimer ha aumentado como consecuencia de este aumento de la esperanza de vida.
El informe realizado por State of Health in the UE para la OCDE señala también que más de la mitad de los españoles con 65 o más años padece al menos una enfermedad crónica. Así mismo destaca que el 20% sufre, además, algún tipo de discapacidad o inhabilitación para llevar a cabo adecuadamente su vida diaria.
Radiografía del sistema sanitario español
El informe también destaca que el gasto sanitario por habitante en 2017 se situó en los 2.371 euros (ajustado según el poder adquisitivo). Un 15% por debajo de la media europea: 2.884 euros.
Tras la crisis de 2009 el gasto sanitario descendió durante algunos años, y volvió a remontar desde 2014. Dicho gasto alcanzó el 8,9% del PIB en 2017, por debajo de la media del 9,8% de la Unión Europea.
Uno de los puntos positivos destacados es que España cuenta con una de las tasas de mortalidad más bajas por causas evitables y tratables.
La cobertura del Sistema Nacional de Salud (S.N.S.) disminuye en el caso de los medicamentos.
Por otro lado, en relación con la salud bucodental, el SNS no la contempla en su catálogo de servicios como sí hacen, por ejemplo, Dinamarca o Suecia. Algo que afecta particularmente a las personas con un nivel bajo de ingresos.
A mediados de 2019 la web redaccionmedica.com publicaba un artículo titulado «Sanidad quiere incluir "de forma progresiva" la salud bucodental en el SNS», aunque a día de hoy no ha habido ningún avance sustancial al respecto.
Otro aspecto negativo del informa es el relativo a las demoras para consultas médicas e intervenciones quirúrgicas programadas.
¿Y respecto al futuro?
La tendencia de la pirámide de población española pone de manifiesto un mayor envejecimiento en los próximos años, lo que señala que la presión presupuestaria para dar respuesta a las necesidades crecientes de atención sanitaria y cuidados a largo plazo deberá aumentar.
Como colofón al informe se explica que «todas las partes involucradas reconocen, cada vez en mayor medida, que fortalecer la atención primaria debe ser una prioridad fundamental».
Ref.:
oecd-ilibrary.org
consalud.es
redaccionmedica.com