Cuando quienes ya peinamos canas éramos niños no encantaba ir a parques y lugares donde tuvieran camas elásticas. Era divertido y, aunque sin ser conscientes de ello, fomentaba el desarrollo de algunas capacidades físicas: reflejos, equilibrio, fuerza, destreza, agilidad.
Sí, las camas elásticas también han mostrado un potencial enorme desde el punto de vista preventivo y rehabilitador, en patologías del aparato locomotor y en ancianos con alteraciones de la movilidad funcional y el equilibrio.
Ya hemos comentado en otros artículos las particularidades de estas alteraciones en personas de edad avanzada. La pérdida o deterioro de elementos fisiológicos fundamentales para el correcto funcionamiento del aparato locomotor se incrementa con la edad. Si añadimos patologías también asociadas a ésta y al sexo, como la osteopenia o la osteoporosis, el terreno estará sembrado para encontrarnos con un incremento en la tasa de morbilidad producida por caídas y fracturas.
También hemos comentado que el ejercicio es fundamental en este grupo poblacional para reducir al mínimo posible las consecuencias de la inactividad y el sedentarismo, muy propios por otro lado en personas mayores. Sobre todo las que viven solas.
Hoy compartimos un ensayo clínico publicado en diciembre de 2019, en Clinical Interventions in Aging (Efectividad de un programa de entrenamiento con minitrampolines sobre el equilibrio y la movilidad funcional, el rendimiento de la marcha, la fuerza, el miedo a las caídas y la densidad mineral ósea en mujeres mayores con osteopenia), que muestra los beneficios de un programa de ejercicios llevados a cabo en mini trampolines o camas elásticas. Ejercicio y diversión. Suena bien.
El propósito de dicho estudio fue evaluar la efectividad de una intervención combinada de ejercicios de equilibrio, fuerza y ??salto en un mini trampolín, realizada por mujeres mayores con osteopenia, sobre el equilibrio estático y la movilidad funcional, la velocidad de la marcha, la fuerza de las extremidades superiores e inferiores, el miedo a caídas, así como para investigar su influencia en la densidad mineral ósea (DMO).
Se utilizó un diseño de estudio controlado aleatorio; los participantes (rango: 56-83 años) fueron asignados al grupo de intervención (IG; n = 20, edad media 69,6 ± 5,3 años) que realizaba una intervención específicamente adaptada en un mini-trampolín, o al grupo control (GC; n = 20, 67,4 ± 6,8 años), que no realizó ninguna intervención más allá del tratamiento regular de la osteopenia.
Se realizaron dos sesiones por semana durante 12 semanas; cada sesión duró entre 45 y 60 minutos, y consistió en ejercicios de equilibrio, fuerza y ??salto. El equilibrio estático y la movilidad funcional se midieron mediante la postura de una pierna (OLS) y la prueba cronometrada ?up and go? (TUG). La fuerza de las extremidades superiores e inferiores se evaluó mediante la prueba de flexión de brazos (ACT) y la prueba de pie en silla de 30? (CST), mientras que la velocidad de la marcha se midió mediante la prueba de marcha de 6? (WT).
El miedo a las caídas se midió mediante la Escala de eficacia de caídas - Internacional (FES-I). La DMO se midió en la columna lumbar y el cuello femoral utilizando absorciometría de rayos X de energía dual (DXA).
Los resultados mostraron interacciones significativas (grupo x tiempo) para todos los parámetros (p <0,001) excepto para la DMO, medida en la columna lumbar (p = 0,064) y el cuello femoral (p = 0,073). Todos los parámetros de las pruebas de equilibrio y movilidad funcional (OLS, TUG), pruebas de fuerza (ACT, CST), WT, FES-I y BMD (cuello femoral) mostraron una mejora significativa en el IG (p <0,05).
Con esto, los investigadores llegaron a la conclusión de que una intervención combinada de 12 semanas fue muy eficaz para mejorar el equilibrio y la movilidad funcional, la fuerza, el rendimiento de la marcha y el miedo a las caídas, en pacientes con osteopenia.
Cuando hablamos de programas de ejercicios siempre nos referimos a aquellos creados y supervisados por profesionales debidamente acreditados y experimentados, más aún cuando éstos se realizan con personas de edad avanzada.
El ámbito asistencial (residencias de ancianos, centros de día, ayuda a domicilio, etc.) resulta un marco seguro para la ejecución de estos programas, lo que no excluye que puedan realizarse en otro tipo de entorno. Son muchos los mayores que viven de forma independiente, lo que no es obstáculo para poder beneficiarse de este y otros tipos de programas. Al final la perspectiva de los mismos tiene una doble componente: la preventiva y la terapéutica. A veces una mezcla de ambas. Lo mejor es optar por la primera para evitar o minimizar la segunda.
Si te animas, ya sabes: busca un lugar adecuado, adquiere un pequeño trampolín elástico, asegúrate de no poner en riesgo tu integridad física, déjate aconsejar por un experto y comienza a divertirte a la vez que te cuidas.
Recuerda lo que decía King África en su canción: ?salta, salta, salta, salta, salta sin parar?? Pero con cuidado.
Si tienes interés en leer el artículo original, haz clic aquí.
Referencia:
Posch M, Schranz A, Lener M, et al. Effectiveness of a Mini-Trampoline Training Program on Balance and Functional Mobility, Gait Performance, Strength, Fear of Falling and Bone Mineral Density in Older Women with Osteopenia. Clin Interv Aging. 2019;14:2281-2293. Published 2019 Dec 20. doi:10.2147/CIA.S230008