Las experiencias recientes se almacenan en la memoria a corto plazo. Para que éstas queden asignada a una ?carpeta especial? llamada memoria a largo plazo y se conviertan de esta forma en recuerdos, deben pasar por un periodo de consolidación.
El estudio estuvo dirigido por Yuval Mir, del Instituto Weizmann de Ciencias, la Universidad de Tel-Aviv y la de Cambridge.
Para llevar a cabo el estudio estos científicos utilizaron el método de Reactivación de la Memoria Dirigida, o TMR.
¿Y qué es la Reactivación de la Memoria Dirigida?
Pues la reactivación de la memoria dirigida es una técnica que tiene el potencial de influir en el curso de la formación de la memoria mediante la aplicación de señales durante el sueño. En el caso de este trabajo, la idea es presentar un aroma particular durante la fase de aprendizaje (una lista de palabras en uno de los dos lados del monitor de un ordenador) o codificación de la memoria, y luego tener ese mismo olor presente nuevamente durante el sueño o la fase de consolidación de la memoria.
La idea es que dormir en presencia de ese olor podría ayudar a desencadenar la reactivación del material específico que se estaba estudiando en presencia de ese mismo olor.
Los investigadores concluyeron que de acuerdo con los datos obtenidos mediante electroencefalografía, el hemisferio cerebral que procesó el olor registró mayor actividad neuronal, relacionada con la consolidación de la memoria. Asimismo, una vez despiertos, si la nueva exposición al perfume tuvo lugar en la fosa nasal derecha, los voluntarios recordaron mejor las palabras mostradas en el lado derecho, y al revés. Es decir, las proyectadas a la izquierda, cuando la inhalación ocurrió en este costado de la nariz.
Experimentos realizados en un grupo de control, mostraron que el estímulo olfativo no afecta la capacidad de estabilizar recuerdos si no se relaciona previamente a una situación, experiencia o aprendizaje.
Este hallazgo sugiere que el uso de señales olfativas externas puede favorecer el paso de la memoria de corto a largo plazo, mientras la persona duerme. Ello podría ayudar a tratar pacientes con déficits ocasionados por lesiones cerebrales o trastornos psicológicos.
Referencia: «Local targeted memory reactivation in human sleep», de E. Bar et al., en Current Biology; 30: páginas 1- 12, publicado el 5 de marzo de 2020.
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