Estos cambios, derivados de reformas legales como la Ley 21/2021 y el Real Decreto-ley 9/2024, buscan equilibrar la sostenibilidad del sistema de pensiones con los derechos de los trabajadores. Te explicamos todo en un lenguaje claro y directo, sin tecnicismos innecesarios.
¿Qué cambia exactamente en 2025?
La edad legal de jubilación ordinaria sube ligeramente este año. Si has cotizado menos de 38 años y 3 meses, tendrás que esperar hasta los 66 años y 8 meses para jubilarte sin penalizaciones. En cambio, si superas ese período de cotización, podrás retirarte a los 65 años con el 100% de tu pensión. Este ajuste forma parte de una transición que comenzó en 2013 y se extenderá hasta 2027, cuando la edad ordinaria quedará fijada definitivamente en 67 años para quienes no alcancen los 38 años y 6 meses de cotización.
Pero no todo son restricciones. El Gobierno también ha introducido medidas para flexibilizar la jubilación, como la posibilidad de compatibilizar trabajo y pensión o incentivos para retrasar la salida del mercado laboral. Estas opciones permiten adaptar la transición a las circunstancias personales de cada trabajador.

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Jubilación anticipada voluntaria: requisitos y trampas a evitar
¿Quieres jubilarte antes de tiempo? En 2025, la jubilación anticipada voluntaria exige cumplir dos condiciones clave:
- Edad mínima:
- 64 años y 8 meses si tienes menos de 38 años y 3 meses cotizados.
- 63 años si superas ese umbral
- Cotización previa: Al menos 35 años de cotizaciones, con 2 años dentro de los últimos 15 antes de la jubilación
Aquí viene la parte delicada: las penalizaciones. Por cada mes que te adelantes a la edad ordinaria, se aplicará un coeficiente reductor a tu pensión. Por ejemplo, si te jubilas 24 meses antes con 35 años cotizados, la reducción podría ser del 21%. Estos porcentajes varían según tu historial laboral, por lo que es crucial calcular bien si compensa adelantar la jubilación.
> Un dato clave: En 2025, las pensiones mínimas suben alrededor del 6, lo que podría amortiguar parcialmente el impacto de estas reducciones para quienes opten por la jubilación anticipada.

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¿Cómo se actualizarán las pensiones este año?
Uno de los avances más significativos es la revalorización automática vinculada a la inflación. Gracias a la Ley 21/2021, las pensiones contributivas subirán un 2.8% en 2025, igual al IPC promedio entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024. Esto significa que:
- La pensión máxima alcanzará 3.276,60¤ mensuales (45.746,40¤ anuales.
- Las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital tendrán un aumento del 9%.
Para los jubilados con cónyuge a cargo, la pensión mínima anual será de 15.786,40¤, mientras que quienes no tengan esa responsabilidad recibirán 12.241,60¤. Estos ajustes buscan proteger el poder adquisitivo, especialmente en un contexto de precios volátiles.

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Trabajar después de jubilarse: nuevas oportunidades
Desde abril de 2025, es más fácil compatibilizar la pensión con un trabajo. Las reformas aprobadas eliminan el requisito de tener una carrera de cotización completa para acceder a la jubilación activa, lo que beneficia especialmente a mujeres con trayectorias laborales interrumpidas. Además:
- Quienes retrasen su jubilación recibirán un incentivo del 2% por cada seis meses adicionales trabajados.
- La jubilación parcial permite reducir la jornada laboral mientras se percibe parte de la pensión, ideal para una transición gradual.
Estas medidas responden a dos realidades: la necesidad de retener talento senior en el mercado laboral y el deseo de muchos mayores de mantenerse activos.

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¿Cómo afectan estos cambios a tu planificación?
Los ajustes en la edad de jubilación tienen un impacto directo en tres áreas:
- Ahorro personal: Si prevés jubilarte antes de la edad ordinaria, necesitarás complementar tu pensión con otros ingresos debido a las penalizaciones.
- Salud laboral: Trabajar más años exige evaluar las condiciones físicas y mentales del puesto. Algunos sectores, como la construcción o la hostelería, pueden requerir adaptaciones.
- Protección social: El aumento de las pensiones mínimas ofrece un colchón para los más vulnerables, pero quienes aspiren a pensiones altas deberán negociar mejoras en sus convenios colectivos.
Un aspecto polémico es la brecha de género: aunque las mujeres se benefician de medidas como la eliminación de requisitos de cotización completa, siguen siendo mayoría en empleos a tiempo parcial y con salarios más bajos, lo que afecta sus pensiones futuras.

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Conclusiones: adaptarse para no quedar atrás
Los cambios de 2025 reflejan un sistema de pensiones en transformación. Por un lado, se endurecen los requisitos para jubilarse pronto; por otro, se ofrecen opciones más flexibles para quienes desean seguir trabajando. La clave está en informarse a tiempo y, si es posible, consultar con un experto en seguridad social para simular diferentes escenarios.
No olvides que las pensiones son solo una parte de tu futuro económico. Complementarlas con planes de pensiones privados, inversiones o propiedades puede marcar la diferencia entre sobrevivir y disfrutar plenamente de la jubilación. Y recuerda: aunque las normas cambien, tu derecho a una vejez digna sigue siendo prioritario.
Las fuentes utilizadas incluyen documentos oficiales del BOE, análisis de expertos en seguridad social y comunicados del Ministerio de Inclusión